Ir al concierto de música clásica en la sala Nezahualcoyotl es una
experiencia realmente hermosa, cada una de las melodías son maravillosas,
tienen su propia esencia, es decir, cada una nos transmite emociones distintas,
algunas son dramáticas, otras son románticas, de felicidad, tristeza, de goce,
sea cual sea este tipo de música nos ayuda a sensibilizar el alma.
Me encantó la interpretación de la violinista Suyoen Kim a parte de que
tocaba sensacional, su expresión corporal nos decía que lo estaba gozando y eso
es algo que no cualquiera puede hacer y ella equilibra muy bien su talento con su
pasión, al igual que el director artístico Jan Latham-Koenig hace un papel
impresionante pues él vive el papel, lo siente y logra transmitirlo a todo el
público.
Realmente me fascina la música de Tchaikovsky porque para mí la danza es
mi vida, y cuando iba a ballet de las cosas por las cuales me enamoré de este
bello arte de la danza fue sin duda el arte de las dulces melodías, al
presentar coreografías en teatros me emocionaba mucho pues en el escenario
podía demostrar lo que es para mí la belleza de la danza, de mis melodías
favoritas están el lago de los cisnes, el cascanueces, la bella durmiente entre
otros.
Me agrada mucho la dinámica de las clases pues al dedicarle un par de
minutos a escuchar música clásica nos permite quitar el estrés, relajarnos,
despertar nuestro espíritu y con él las ganas de trabajar por tanto el
aprendizaje durante la clase será mayor. Fué buena idea sugerirnos ir a este concierto por ejemplo yo fuí con mi familia y a todos nos pareció un gran concierto, nos permitió apreciar la buena música.
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